miércoles, 20 de marzo de 2013

Del Norte y del Sur.



Por aquellos devenires abruptos de la vida y sus enigmáticos desenlaces, hoy yacen en la memoria de sus simpatizantes, las inequívocas ideas de justicia y equidad social que abanderaran este par de caudillos, quienes para descontento de la historia, sus legados tendrán más similitudes que desavenencias.

Intentar comparar el caminar político de Jack Layton con la trayectoria revolucionaria de Hugo Chávez sería para muchos una labor utópica, y para otros tantos hasta irrespetuosa, pero en realidad sólo se necesitaría tomar como referencia varios aspectos claves de sus ideologías, como por ejemplo, su compromiso social,  sus sueños de igualdad, y sus incansables luchas por el bienestar de los menos favorecidos.

Jack Layton se convirtió en el líder político del Nuevo Partido Democrático (New Democratic Party, NDP ) de Canadá, gracias a su incesante anhelo de ver a un país más equitativo: a una nación verdaderamente justa. Hugo Chávez por su parte, se erigió como presidente de Venezuela gracias a sus ideas ‘libertarias’ y su bien conocida proclama del “Socialismo del Siglo XXI”, que le representarían estar en el poder por 14 largos años.

Desde sus inicios en la vida pública Layton remarcó la necesidad de establecer políticas de carácter social serias, participativas y concretas. En el 2005, siendo miembro del Parlamento Canadiense, Layton reescribió el presupuesto nacional, lo cual generó una redistribución de 4.6 billones de dólares que inicialmente habían sido destinados a gastos fiscales innecesarios, y que serían posteriormente invertidos en viviendas subsidiadas, educación y mejoras en el transporte público: iniciativas que concuerdan con el plan de ‘desarrollo’ que implementó en Venezuela el también fallecido Hugo Chávez.  

A Hugo Chávez la oligarquía le critica, y los pobres de Venezuela le idealizan como el único presidente que ‘vivió’ y murió, literalmente a su servicio. Fue precisamente Chávez quien llevó escuelas, hospitales y viviendas a los lugares más recónditos y olvidados de una Venezuela que cuenta en la actualidad con las mayores reservas de petróleo del mundo, unos 300 mil millones de barriles aproximadamente según confirmó la empresa British Petroleum, y paradójicamente Venezuela atraviesa una de las peores crisis económicas de su historia.

Canadá es un país igualmente reconocido por sus importantísimas reservas del bien llamado ‘Oro Negro’, ubicándose como el tercer productor del crudo a nivel mundial, pero además de esto cuenta con caritativos programas sociales. Es una nación donde la salud y gran parte de la educación son subsidiadas, donde oficialmente no existe una taza de pobreza pues el porcentaje no alcanza los mínimos índices para considerar dicho rubro, y muy a pesar de todas estas estadísticas, el gobierno canadiense se empeña en rechazar el remoquete ‘socialista’ que le atribuyen sus críticos más acérrimos.    

Layton y Chávez, de ideologías izquierdistas, del norte y del sur, promotores de un ‘revolcón’ social, hombres del pueblo que dedicaron gran parte de sus correrías a emular las hazañas de Robin Hood. Lideres peculiares: visionarios que partieron convencidos que la mejor forma de construir país es distribuyendo la riqueza de forma ecuánime. Guerreros que libraron sus más grandes batallas contra las mismas enfermedades: la desigual, la injusticia y un cáncer despiadado.

Derechos Reservados ® Nicolás Marrugo Silva.